COMUNICACION Y VIOLENCIA EN LA CONVIVENCIA COTIDIANA
¿Se anima a que veamos juntos cuánta violencia aparece en nuestra comunicación cotidiana?¿Se atreve a mirar cuánta de la violencia que vemos “afuera”, está incorporada en nosotros mismos?
Uno de los temas recurrentes en los medios de comunicación y en las conversaciones suele ser el de la violencia o algún acontecimiento relacionado con ella. Violencia en las escuelas, en las calles, en la sociedad, en la política. Se encarna en adolescentes, adultos, y hasta en los menores. Se extiende en Argentina, en Colombia, en Estados Unidos, en China… Se ve en la televisión, a la vuelta de la esquina, en la cancha. Se vive en uno de cada cuatro hogares, en la innegable realidad de la violencia doméstica o familiar en cualquiera de sus formas – física, emocional, sexual-. Quizás se vive en su propia casa.
Si pudiéramos enfrentar el desafío de mirarnos todos – usted, yo, nuestra sociedad – con honestidad, y descubrir cuánto de esa violencia tenemos incorporada en nosotros, cuánta “comunicamos” con nuestras palabras y nuestros gestos, cuánta generamos cada uno de nosotros, habremos dado un paso más grande de lo que creemos, en el camino de reducirla.
Lo que me gustaría que nos planteemos juntos es: cuánta violencia se nos filtra sin que la observemos en nuestra vida cotidiana y cuánta de la violencia que hay en nuestra sociedad podría disminuir, si comenzáramos todos a desarticular las pequeñas o grandes muestras de violencia, que generamos cada uno de nosotros en nuestra comunicación con los demás.
¿Qué tiene que ver la comunicación con la violencia? Le diría que casi todo. La violencia no existe ni en nuestros genes, ni en nuestro cerebro. Creer que es algo instintivo o, por el contrario, creer que se debe exclusivamente a factores “externos, tales como el alcohol o la droga, hace que nos desentendamos de observar las causas y nos aleja de la posibilidad de encontrar respuestas diferentes. Innumerables teorías coinciden en que la violencia es un comportamiento aprendido, un hacer reiterado que no es cuestionado. No se “es” violento por naturaleza, si fuera así ya nos hubiéramos destruido entre todos los seres humanos. La violencia es una forma de acción y de reacción aprendida, tomada como normal o habitual; unida a estados emocionales que no encuentran un cauce y “estallan”. Existe en nuestra conducta, en nuestra acción, en nuestras maneras de interpretar el mundo que vivimos, en nuestra comunicación.
SI LE PARECE, MAÑANA CONTINUAMOS PENSANDO ENTRE TODOS ESTE TEMA, ENVÍEME SU COMENTARIO.SI ENTRE TODOS LO PENSAMOS, PODEMOS CONSTRUIR ALGO DIFERENTE.
Laura Barrera
Abogada, Mediadora y Coach.. Autora del Libro “Comunicación, una danza para mejorar nuestras relaciones”.
lei tu libro y me impacto mucho.fue de gran ayuda para mi desarrollo social.en este momento estamos haciendo un trabajo sobre tu libro sobre la violencia en la comunicacion q nos podrias aconsejar???